
Decía John Ford que él no tenía más talento que un buen
ojo para la composición, "no sé de dónde lo saqué" agregaba. En
Dark river si algo destaca son las
composiciones de los encuadres: esta película es una lección magistral para fotógrafos y
un deleite para los espectadores, que podemos disfrutar de la vista del campo,
del atardecer, del caminar de una muchacha seguida por ovejas perfilándose en
las lomas de la campiña inglesa. Pero no solo hay paisaje bucólico, también
está la casa y el (deteriorado) establecimiento agrícola al que regresa Alice
al enterarse que su padre ha muerto.
Viene a reclamar su parte y choca con
Joe, su hermano, quien además de dirigir malamente todo, le reprocha su ausencia de casi quince años.
Además, la rebelión de Alice llegó al punto de negarse a volver cuando el padre reclamaba su presencia en el lecho de agonía.
Alice (que se presenta una mujer fuerte, esquilando ovejas entre peones, en un
establecimiento lejano) está interpretada por una actriz de cara increíble y de
talento mayor, que debería ser más famosa, y lo será, llamada Ruth Wilson, a
quien vimos en la serie Luther, haciendo de otra Alice, asesina serial y amiga
del personaje encarnado por Idris Elba (también trabajó en The affair y en la
película Ana Karenina).

Como en una película de John Ford, pero de un John Ford actual, la historia se centran en lo lazos familiares, en la familia, pero
en una familia destruida, devastada por hechos ocurridos hace veinte años, que
siguen hiriendo, y de los que no se puede hablar. En un total acuerdo con el
paisaje, con la tierra que los vio nacer y a la que pertenecen, los dos
hermanos que chocan entre sí pero SIN decir palabra, en un excepcional duelo
interpretativo en el que Mark Stanley (el Grenn de Game of Throns) sobresale
por la complejidad atormentada de su personaje.
El silencio del campo pauta esa relación cargada de
reproches que inevitablemente explotará pero para eso hay que ver la película
que, más allá de la historia, es un viaje hacia la dureza implacable del
trabajo en el campo, aun hoy, en el siglo XXI y en un país como Inglaterra.
En fin, más allá de su argumento, un peliculón escrito y
dirigido por Clio Barnard.
Dark River (2017) 89
min.
Reino Unido. Dirección y guión Clio Barnard