Sobre La Revolución Postergada

24/03/2006 | BRECHA | Cultura | Página 33





El buen oficio

Los mejores relatos del volumen encuadran en lo que podría llamarse el cuento clásico: presentación, planteo y desenlace de una situación única e intensa. Silva Olazábal se maneja en el modelo con un buen oficio: sabe, en general, atraer desde el vamos; administra con eficacia los tiempos del relato, sobre todo en aquellos casos –“Ellas”, por ejemplo– de notoria y deliberada lentitud; apuesta resueltamente al suspenso y al quiroguiano remate de efecto, cuando así conviene; puede encerrar varias anécdotas en un diálogo vivaz y creíble, como ocurre en el cuento “Presencia en el área”. Salvo en la página titulada “Escorzo”, donde se explora en los fenómenos paranormales que asoman en la vida cotidiana, todos los materiales fraguan en verdaderas unidades narrativas.
Es una lástima que estas virtudes queden al servicio de un mundo pobre, si se atiende al escaso espesor de las experiencias humanas indagadas en estos cuentos. No hay, en este sentido, ninguna historia memorable, y el autor quizá reserva sus fuerzas para una labor futura de mayor peso. Le interesan, por ahora, las atmósferas de tensión y patetismo, la psicosis y el terror, el deseo asomado a su propio desenfreno pero sin sospecha ni anhelo de infinitos.
Silva Olazábal es licenciado en ciencias de la comunicación. Ejerce el periodismo. Ha hecho cortos de ficción y ha sido crítico de cine. Ha escrito también para el teatro y cumple tareas de lo que ahora se llama “gestión cultural”. Nació en Fray Bentos en 1964.


Jorge Albistur



23/03/2006 | BUSQUEDA | Vida Cultural | Página 43



Se edita


Brevedad. El primer libro de cuentos de Pablo Silva Olazábal está integrado por "textos bien escritos donde abundan las experiencias obsesivas narradas en forma contundente y minuciosa. Una vez concluido el volumen, el lector, en caso de haber disfrutado el estilo, queda con deseo de leer más". Eso escribe en la contratapa de La revolución postergada la madre del autor. Además de escritor, Olazábal es periodista y "ha realizado cortos de ficción en video que felizmente nadie recuerda". Eso anuncia la editorial en la solapa del libro. La cosa viene "de chistes" si se atiende sólo al aspecto exterior del libro, pero los trece cuentos cortos, algunos cargados de un humor picado grueso ("Noche en el Tegucigalpa") y otros apenas aderezados con el recurso humorístico como "Laura (ojo de loro)", descubren un atractivo estilo que, por lo menos, invita a esperar lo que vendrá: seguramente una forma distinta y muy acertada de ver a los uruguayos de quién sabe qué otra revolución postergada.

"La revolución postergada", de Pablo Silva Olazábal. Ediciones de la Balanza, 92 páginas.