tapa alternativa |
Así que se la mencioné y también cité el disco donde estaba. Un poco impresionado, dijo "gracias por recordarla".
Al final hubo un brindis con vino y cuando me acerqué -él estaba hablando con Eduardo Nogareda, a quien conocía de Madrid- se giró y me dijo casi bíblicamente "¿Y tú quién eres?" a lo que largué la carcajada. Hablamos los tres y al día siguiente lo vi en el Mercado del Puerto, donde Gabriel Weiss y Fernando González (la Junta Departamental de Montevideo lo había designado Visitante Ilustre) lo llevaron para presentarle al poeta Washington Benavides. Pude conversar un poco fumando un cigarrillo mientras mirábamos el puerto, y quedamos en contacto; le di un par de minilibros porque sabía que le interesaba la microficción y algún otro libro mío.
A los dos meses recibí un gran libro álbum, de tapas duras, que ilustraba su película de animación "Un perro llamado Dolor" (el libro traía el dvd) que son siete cortos hilvanados que homenajean a grandes pintores y cineastas y que es un monumento. Venía con una esquela "Pablo, te autorizo a que exhibas la película donde estimes conveniente". En 2011, cuando regresó organicé un cine-foro en el CCE para exhibirla con su presencia y la de la poeta Lilián Hirigoyen. La gente -que desbordó el anfiteatro y que llenó el hall viéndolo desde una pantalla grande- se portó espectacular y cuando llegó el momento de las preguntas se limitó a hacerlas y no, como tantas veces pasa, a largar grandes parrafadas. (Lo recuerdo porque era el miedo que tenía como presentador de la velada).
Luego nos vimos cada vez que volvió, y atesoro algunas cenas y charlas mínimas y valiosas.
El último momento que tengo con él fue atravesar la Plaza Independencia, el mismo exacto día en que Obama anunció el levantamiento del bloqueo a Cuba. Fuimos fumando junto a su manager Antonio Peña, y comentando la noticia. El concierto fue en el Solís, repleto. Al comenzar lo dedicó a varios uruguayos y todavía me cuesta aceptar que, entre otros, mencionó mi nombre.
Si el poema de Pessoa que transcribo abajo y que aparece cantado por el ángel de Pensión de Animales es verdad y si tiene razón el verso que dice
"el mundo es lo que a él traemos"
hay que concluir que Luis Eduardo Aute lo mejoró con su vasta obra y con su generosa personalidad.
Gracias por todo.
Es suave el día, suave el viento.
Es suave el sol y suave el cielo.
Que fuera así mi pensamiento
Ser yo tan suave es lo que anhelo
Pero entre mí y las suaves glorias
Del cielo y del aire sin mí
Hay muchos sueños y memorias...
lo que yo quiero es ser así
el mundo es lo que a él traemos,
Todo existió porque existí,
Hay porque vemos.
Y hay mundo porque yo lo vi
Fernando Pessoa
pd1: háganse un favor y dediquen 2 minutos para oír "Suave"
https://www.youtube.com/watch?v=8h3r5_s_auI